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Carpisa Foods, empresa española líder en el mercado de vacuno nacional e internacional, ha inaugurado The Beef Kitchen Lab, un centro pionero dedicado a la innovación y a la investigación alimentaria. En este espacio, los clientes pueden desarrollar recetas exclusivas y hacer pruebas de producto apoyándose en el conocimiento y la experiencia de Carpisa Foods.
Creatividad e innovación en un mismo espacio
Ubicado dentro de la planta de producción de Carpisa Foods en Griñón (Madrid), The Beef Kitchen Lab reúne en un mismo centro de innovación tres áreas de trabajo diferenciadas: un área de producción con un obrador propio, una cocina-laboratorio para el I+D de productos alimentarios y una zona para pruebas de calidad y catas.
El obrador simula la zona de producción de la fábrica, lo que garantiza que las pruebas que se realicen en The Beef Kitchen Lab se podrán replicar después a mayor escala en la planta de Carpisa Foods. Esta área está equipada con tecnología de vanguardia para experimentar con nuevas texturas, sabores y recetas. “El proceso comienza con la selección de carnes, un valor fundamental a la hora de aportar a la hamburguesa una personalidad propia”, explica Jacobo García, Director de Producción en Carpisa Foods. “Para conseguir una receta única se debe prestar atención a las características concretas de cada raza y buscar el equilibrio entre magro y grasa”.
Una vez definida la receta, el proceso de cocinado es determinante para conocer las sensaciones que tendrá el consumidor al probar el producto. Conscientes de ello, una parte diferencial de este centro de desarrollo es la cocina, que pone a disposición de los clientes distintos métodos de cocinado.
“Cada método de cocinado aporta distintos matices y texturas a la carne”, indica Jacobo García. “Esto se debe tener en cuenta a la hora de definir parámetros de producción como, por ejemplo, micro perforaciones en la carne para distribuir mejor el calor y que la hamburguesa se cocine de forma homogénea”.
The Beef Kitchen Lab completa sus instalaciones con un área central en la que destaca una gran isla. Es el espacio perfecto para realizar pruebas de calidad y cata, donde se comprueban, entre otros, la homogeneidad de las hamburguesas, sus propiedades organolépticas o su punto de cocinado.
Este centro de innovación cuenta con una superficie de 100m2 y una inversión de más de 200.000€. En el diseño y equipación de The Beef Kitchen Lab ha participado la Centeno Distribuciones, una empresa con más de 30 años de experiencia en el suministro de servicios integrales de hostelería y la creación de cocinas de autor.
Tradición y vanguardia al servicio de los clientes
En The Beef Kitchen Lab, Carpisa Foods lleva a cabo proyectos de innovación aplicada a la alimentación haciendo pruebas con la gama de productos ya existentes para mejorar las recetas y desarrollar nuevas propuestas adaptadas a los gustos de los consumidores actuales.
Asimismo, el centro está a disposición de los clientes de Carpisa Foods para crear hamburguesas únicas, con distintas razas de carne y experimentar con texturas y sabores. Un valor diferencial de The Beef Kitchen Lab, es que también podrán realizar pruebas de cocinado, imprescindible para conocer la experiencia final del consumidor.
“En este espacio converge tradición y vanguardia. Somos fabricantes de hamburguesas desde 1986 y ponemos a disposición de nuestros clientes nuestra gran experiencia en el sector vacuno para juntos, responder a las necesidades de los consumidores” apunta Jorge Castello, director general de Carpisa Foods. “Además”, añade Carlos Quintas director general de Carpisa Foods, “The Beef Kitchen Lab es un centro de I+D único que completa nuestra apuesta por la innovación”.
I+D+i para el desarrollo de nuevos productos
La planta de producción de la compañía es una de más punteras a nivel europeo y cuenta con la última tecnología aplicada a la alimentación para optimizar el proceso productivo. Carpisa Foods ha finalizado en 2018 un plan de renovación de sus instalaciones con el objetivo de mejorar la operatividad, aumentar hasta en un 50% la capacidad de producción e incrementar la eficiencia a través de una fuerte inversión en tecnología punta adaptada a la alimentación.